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Los caminos de Cristo en la conciencia humana y en el mundo.
Está confeccionada de tal modo que, ya en el primer párrafo, sin más explicaciones, se provoca la necesaria actitud para una efectiva oración. Puede modificarse de forma que se acompase con las propias sensaciones. En lugar del tercer párrafo, se le pueden remitir a Dios otros motivos. Recítese lentamente y con convicción:
¡Dios, mi causa, mi apoyo y mi esperanza!
Unido a Jesucristo te doy gracias por todo lo que de Ti viene.
perdóname todo lo que me haya apartado de Ti.
por favor, en este silencio te ruego que tu Espíritu me vuelva fecundo.
Guíame para que no entorpezca el camino de otros hacia Ti.
condúceme para ayudar a otros hacia Ti.
protégeme en mi camino *.
Inspira a los hombres para que dejen las decisiones sobre la vida y la muerte en tus manos **.
Ayuda a aquellos que trabajan por tu creación***.
Guía este mundo hasta el nacimiento del nuevo tiempo que nos has prometido.****
*) Aquí se pueden incluir otros motivos.
**) Aquí se pueden incluir otros motivos particulares y tratarlos, a continuación, en meditativa reflexión, tales como ´terminar con la espiral de violencia y represalia´, ´restar a la violencia, mediante la solución de los problemas, una de sus causas ´, ´sólo adoptar aquellas medidas de seguridad que garanticen los derechos humanos a los ciudadanos/as libres´, ´guiar un diálogo pacífico entre los hombres de buena voluntad de todas las religiones´ ... .Mateo 5:9; 26:52. Las declaraciones de iglesias en inglés. (...)
***) La atormentada naturaleza grita pidiendo auxilio. Acaso sea hora de pedir a Dios o a Cristo que nos proteja de la agitada violencia de la naturaleza. Pero esto no puede suplir el necesario cambio del comportamiento humano ante la Creación.
****) Lucas, 11:2; 21:31. Apocalipsis, 11:16; ... véase también el Padrenuestro, Mateo, 6, 7-15.
Las sagradas escrituras de las religiones hacían, originariamente, hincapié en la lucha del hombre con su propio lado oscuro; era el caso de la Biblia, también del Corán, del Zend Avesta o de la Bhagavadgita, ... y no en luchas externas. En multitud de ocasiones, esto fue más tarde olvidado o malentendido. Hoy en día, sin embargo, se dan esfuerzos para contraponer las coincidencias éticas de las religiones al declive de los valores de esta civilización egoísta. Sin que por ello pierda cada religión su singularidad.
Véase también Marcos 12:30 " ... debes amar al Señor, tu Dios, de todo corazón, con toda el alma, con todo el espíritu y con todas tus fuerzas", comp. Pentateuco 6,4.5). Forma parte de la oración la fe profunda y la realización según Dios y en las gracias que han de darse. Juan 16:23 "Si pedís algo al padre en mi nombre, os lo concederá" contenía originariamente también "... dejar que la respuesta o circunde" (comp. Neil Douglas-Klotz: Prayers of the Cosmos. Meditations on the Aramaic Words of Jesus.). La oración y una vida y conducta llevados por el mismo espíritu se corresponden el uno al otro, ambos se apoyan mutuamente. (Las sugerencias en parte novedosas aquí expuestas no se contradicen con las variadas prácticas de oración en la Iglesia, etc). Dios puede conceder el amor que se le da igual a qué iglesia.
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Jesucristo enfatizó que la medida del comportamiento ético, moral, vive en el individuo, y no actúa sólo en virtud de la presión de una norma legal o costumbre oficiales. Asimismo, esta interiorización no es producto del „martilleo" de las circunstancias, sino que es fruto de una vida en la que se desarrolla el „amor a Dios y al prójimo tanto como a uno mismo". "Amaos los unos a los otros" (Jn.13, 34) es la fuerza que permite conducirse de acuerdo con la verdadera conciencia moral. El amor a Dios deja entrever sus más altas metas. Allí donde los individuos, las parejas, los grupos, etc. son capaces de incorporar este amor universal se marca una gran diferencia. Cuanto más se respira esto en todos, tanto menos importantes devienen las detalladas prescripciones oficiales.
Los mensajes transmitidos, p. ej., en los „diez mandamientos", sin
embargo, no quedan, por este motivo, anticuados, como tales; antes bien,
resultan confirmados. Aunque ocultos debajo de las particularidades de las
mudanzas culturales, sus fundamentos siguen en pie. Esto aparece ya en relato
del propio de Moisés, a quien originariamente le fue comunicada una muy
superior forma de ética, que éste simplificó luego ante la evidente inmadurez
de la población. A este respecto, esos fundamentos éticos son, en el
cristianismo, el judaísmo y el Islam, los mismos, y en la práctica totalidad
de las restantes religiones se encuentra algo similar, tal y como se vio en la
"Declaración del Parlamento de la Religiones del Mundo en torno a un ethos
profano" (véase nuestra página izquierda en inglés). Incluso
una ética que se defina como "no religiosa" o humanística muestra
relaciones conlos valores de las culturas religiosas. El núcleo central de la
ética consiste en tratar a los demás tal y como a uno le gustaría ser
tratado; en no hacer daño a los otros, sino en ayudarles. Esto resulta
esencial para nuestro destino, pues "cosecharéis lo que habéis
sembrado" (Galatas 6,7;
2.Cor. 9,6). Es necesario
como exigencia mínima para sobrevivir en una sociedad en proceso de desarrollo. En última instancia, se trata del criterio principal para
participar en ese nuevo tiempo del que, en la oración del Padrenuestro
se oye: "¡Venga tu reino!" (Mt. 6), y sobre el que en el Sermón de
la Montaña se oye "Los humildes heredarán la tierra".
En un sentido amplio, se siguen de aquí conclusiones de importancia capital
para los más diversos planos de la existencia humana. Recientemente, la ética
del Sermón de la Montaña ha sido erróneamente descrita, incluso por parte de
algunos círculos cristianos, como una „ética de la convicción" de
imposible aplicación directa. Es cierto que, de hecho, no proporciona
automáticamente una guía de acción, p. ej., para todas las difíciles
decisiones políticas. Pero, en última instancia, serviría como piedra de
toque para ello. Allí donde, en el plano social, una sopesada „ética de la
responsabilidad" (así se la llama) toma decisiones enfrentadas a aquéllas
que una „ética de la convicción" individual esperaría en la esfera
privada, no puede esperarse, de forma automática, que Jesús pudiera decidir
esto en igual medida.
El individuo es responsable de la parte que le toca en lo que sucede. También
los grupos y demás son corresponsables de las presiones que ejercen, y de la
„escuela", positiva o negativa que van dando. Todos precisarían, en
consecuencia, de un código ético (tal y como el que ya tienen, p. ej., algunos
gremios). Sobre la ética individual, pues, sería preciso disponer de una „ética
estructural" de la sociedad o de sectores de la misma. Por sí solas,
las leyes, con sus arbitrariedades, no pueden servir a este fin.
Mandamientos mosaicos (Moisés 2 = Éxodo, 20) |
Etica en el Corán |
|
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1. Soy el Señor, tu Dios. ...No tendrás otro Dios más que yo. (No te harás imagen alguna de Dios...) 2. No usarás en nombre del Señor, tu Dios, en vano (pues el Señor no dejará sin castigo a quien use su nombre en vano) |
No pongas ningún dios junto a Dios ... (sura 17,22*) |
(El acuerdo sobre un „ethos mundial" en nada comprometía el concepto de Dios de cada una de las religiones. A causa de los budistas, p. ej., todos sólo convinieron en „reconocer una última realidad", es decir, algo más allá de la realidad material). *) |
3. Santificarás el día de fiesta/ sábado... |
...El día de la reunión volveros ... a Dios pensando esto ... (sura 62,9*) |
|
4. Honrarás a tu padre y a tu madre (para que vivas largo tiempo en la tierra que el Señor, tu Dios, te ha dado) |
Debes ser bueno con tus padres..., habla respetuosamente con ellos ...; y da a los parientes lo que les corresponda... (sura 17,23-26*). |
|
5. No matarás/asesinarás |
No mates a nadie, pues Dios ha prohibido matar... (suras 17,33 y 5,32*). |
Compromiso con una cultura no violenta y de respeto hacia todo lo vivo... |
6. No disolverás el matrimonio ** |
¡Y no hagáis nada lujurioso! (sura 17,32) |
Compromiso con una cultura de la igualdad de derechos y el compañerismo entre hombre y mujer (en contra de los destructivos enfoques de la sexualidad). |
7. No robarás 9. No codiciarás la casa de tu prójimo. 10.No desearás la mujer de tu prójimo, ni el esclavo, ni la esclava, ni el buey, ni el asno, ni nada que posea tu prójimo. |
Si un hombre o una mujer comenten un robo, córtales la mano .... Pero si uno ... se convierte y mejora, también volverá Dios a él ... (sura 5,38-41*) |
Compromiso con una cultura de la solidaridad y con un orden económico justo... |
8. No dirás falso testimonio contra tu prójimo / no mentirás |
Sé testigo ... en pro de la justicia, aunque vaya contra vosotros o contra vuestros padres y parientes próximos ... sura 4,135* (sobre.. engaño ver sura 2,188*) |
Compromiso con una cultura de la tolerancia y con una vida en la verdad... |
*) cómputo de versículos egipcio más usual en los países islámicos; en otros cómputos puede encontrarse el versísuclo, por ejemplo, un poco después.
**) En este punto las diferentes iglesias fueron especialmente pródigas a la hora de añadir detalles diferenciales. Esto podría hacer sospechar que estas particularidades ya no eran compartidas por todas ellas. Tampoco en el pasado, atendiendo a los fines actuales, se hizo una distinción lo suficientemente clara entre principios religiosos y concretas leyes civiles; esto no significa que merezca la pena hacerlo, ahora que la fe y las leyes presentan contenidos cada vez más antagónicos.
Literatura para el diálogo entre las religiónes y Jesucristo.
Ya tras el diluvio, es decir antes de los diez
mandamientos arriba mencionados, existían según la tradición bíblica algunos
requisitos éticos fundamentales que había de cumplir la nueva humanidad
íntegra para su propia conservación, es decir que iban más allá de los
posteriores israelitas:
- respetar la vida; es decir, no asesinar ("pues Dios ha creado al hombre a
su imagen y semejanza": Gen. 9, 6) y no tomar la carne de los animales que
aún estén vivos. En el judaísmo rabínico se derivaron posteriormente siete "mandamientos
de Noé" para los no judíos, respecto de lo cual existían diversas
interpretaciones:
- la prohibición de asesinar;
- la prohibición de ser cruel con los animales;
- la prohibición de robar;
- la prohibición de adulterar o de comportarse lujuriosamente;
- la prohibición de adorar a los ídolos (es decir, según esta idea, los no
judíos no tenían que adorar a Dios como los judíos pero tampoco debían
adorar a ninguna divinidad rival);
- la prohibición de blasfemar;
- el mandamiento de un sistema jurídico con tribunales.
Puede resultar de ayuda anotar, como en una tabla, las manifiestas
imperfecciones propias, así como las virtudes, y luego seguir, de forma
consciente, el progreso. Hay diversas posibilidades sobre las que se puede
trabajar:
1. El trabajo directo sobre las propias cualidades problemáticas, por medio de
los avatares de la vida. Buenos propósitos, etc. Esto era importante ya para el
mismo Jesús: "primero la viga en el propio ojo...". También en el
Islam considera este trabajo sobre uno mismo como la „gran gihad", la
"gran guerra santa", es decir, como algo más decisivo que cualquier
ocupación con algo externo.
2. La reparación directa y 3. el directo perdón del otro, en la medida en que
sea posible. En otro caso, trasladar los problemas en oración a Dios para
encontrar otra solución y perdonar sinceramente. También esto resulta
importante para Jesús, también habla él de la restitución „hasta el
último céntimo". (véase, sin embargo, 5.)
4. Allí donde no pueda ya hacerse otra cosa, siempre cabe la posibilidad de
realizar buenas acciones por otros, p. ej., por aquéllos a los que se les ha
causado algún perjuicio. Mucho será reparado por Dios de forma indirecta,
cuando, p. ej., alguien emprender tareas beneficiosas para todos. (Se da aquí
una fluida transición desde la puro tratamiento de lo anterior a las obras
libres y solícitas y, así, resulta relativo 'quién siembra y quién siega,
cfr. p. ej., Jn. 4, 37.) A este respecto, también vale Mt 7,20-21:
"...por sus frutos los conoceréis. No todo el que me dice: ¡Señor,
Señor! entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi
Padre que está en los cielos".
5. "Rogad a Dios en mi nombre", aquí por su perdón y gracia en el
ulterior curso de la vida. Éste es el apoyo esencial que una ética puramente
humanística no puede ofrecer. El destino no puede ya transcurrir de forma
mecánica, sino que el hombre vive como guiado ya por Dios, y todo se dispondrá
y continuará su curso en la forma en que su gran sabiduría considere que es lo
mejor para el individuo y su entorno.
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En el texto de la página web ya fueron, directa o indirectamente, corregidos algunas de las más graves limitaciones de algunas corrientes teológicas; todo ello con la ayuda de nuevos descubrimientos y métodos. Aquí se aborda otra engañosa joya de modernos „escritores de historias sensacionales". No perseguimos dar publicidad adicional a estos best sellers, nuestra contribución se dirige a aquellos que, conociendo esta literatura, se siente agraviados por ella.
En lo que respecta a los rollos del Qumrán, estos escritores han tratado de dar la impresión de que la mayor parte de las historias del Nuevo Testamento sobre Jesús son inexactas. Sostienen que Jesús, sus discípulos, etc., fueron, sencillamente, combativos insurrectos contra el Imperio Romano. *
A fin de dar mayor credibilidad a esta interpretación, se la envuelve en una especie de teoría de la conspiración: los rollos descubiertos entre 1947 y 1956 de la comunidad del Qumrán permanecerían ocultos en un 75%, parte sobre la que tendrían el control, sobre todo, investigadores de la iglesia católica. Declaramos aquí que ya esto es una burda falsedad, aunque esta página web no trate de hacer apología de ninguna iglesia, como tampoco acepta que se mantengan en secreto escritos cristianos de ningún tipo. El equipo de investigadores estuvo formado en su mayor parte por católicos, protestantes, anglicanos, judíos y también ateos. Debido a la diversidad de opiniones sobre los numerosos fragmentos deteriorados, se tardó efectivamente mucho tiempo en darlos a conocer públicamente. Cuando, sin embargo, apareció la primera edición de la mencionada literatura de „documentos confidenciales", ya se había publicado el 80% de los textos del Qumrán. En 1992, un año antes de la edición de otro libro de bolsillo sensacionalista, el cual seguía sosteniendo, en su contraportada, que había un 75% de textos inéditos, ya se había publicado el resto de los textos. **
En cuanto a su interpretación de los hechos, los autores han debido ir probando con una larga serie de teorías, para ellos siempre atrevidas, hasta encontrar en medio de esa sarta la conclusión ya referida. Alguna vez se afirmó que los rollos no eran precristianos, sino del tiempo de Jesús. Estos rollos, sin embargo, son evidentemente de diferentes momentos y no forman una unidad en cuanto a su contenido. La comunidad del Qumrán existió durante mucho tiempo. Ni puede identificarse con seguridad con los esenios, ni con los combativos zelotes que, algo más tarde, a cierta distancia de ellos, tomarían el fuerte de Massada. Qumrán podría tal vez compararse con uno de los actuales poblados ecológico-espirituales. Debieron tener múltiples y diversos contactos; de los esenios tomaron con seguridad algunos usos que modificaron en parte; los escribas del templo de Jerusalén le confiaron registros del tesoro del templo, lo que indica que no se les consideró directamente implicados en los ataques a la guarnición más segura y custodiada de los romanos; también pudo haber habido contactos con algunos zelotes.
También sostuvieron estos autores que los esenios no eran monjes de vida ascética, sino militantes fuerzas de resistencia. Todo lo que se conoce de los esenios nos los presentan, sin embargo, como una corriente esotérica judía rigorista, pacífica y vegetariana que, por sus reglas de purificación al modo zoroástrico, buscaba un hermético apartamiento del resto del mundo, mucho más rotundamente que los monjes actuales. En la ya referida teoría de los esenios como insurrectos, se metió incorrectamente a esenios y zelotes en el mismo saco, sin ofrecer suficientes pruebas concluyentes.
Juan el Bautista, Jesús y Santiago, el (medio) hermano de Jesús, habrían luchado por la misma causa „que los esenios". También esta teoría –que depende, además, de las presuposiciones anteriores-, presentada como un hecho, no puede probarse con los escritos del Qumrán. Allí, prácticamente en ningún pasaje pueden identificarse de esta manera a Jesús, a Santiago y a Juan. Se quiso, p. ej., identificar al „Maestro de Justicia", claramente una personalidad relevante dentro de la comunidad, con Santiago, una teoría que no puede demostrarse. También está por demostrase y resulta improbable que este „Maestro de Justicia" fuera un zelote radical; pudo tal vez ocurrir que la comunidad lo reconociera como máxima autoridad espiritual frente a los sacerdotes del templo caídos en desgracia. Tampoco concuerda con esta imagen de rebelde lo que nos ha sido transmitido sobre Santiago mismo. Santiago –no Santiago el Menor, sino aquel del que se dice que era hermano de Jesús, después de cuya crucifixión dirigió la primera comunidad cristiana de Jerusalén- tenían según todo lo que sabemos, un carácter extraordinariamente tolerante y equilibrado. Debió, por así decirlo colocarse entre Pedro y Pablo o, mejor dicho, intermediar entre los discípulos en disputa a fin de mantener unida la comunidad.
Para poder sostener, sobre ello, que Pablo habría sido un agente romano que tergiversó todo, se hubo de elaborar una artificiosa construcción que, una vez más, no se prueba de ningún modo, a saber, que lo romanos organizaron su arresto como tapadera. (En nuestro texto „Los Caminos de Cristo..." se vuelve a tratar, entre otras muchas cosas, el tema de Pablo y, se dice p. ej., que, con independencia de la postura que uno adopte ante sus aspectos más angulosos, como, p. ej., su actitud para con la mujer, en todo caso, su experiencias e intuiciones visionarias han de reconocerse como auténticas; siempre y cuando, uno se tome la molestia de ocuparse escrupulosa y prácticamente de las clases de experiencias místicas, algo que, a lo que se ve, los autores sensacionalistas no han hecho.)
Los rollos del Qumrán son, sencillamente, uno de tantos otros escritos de aquel tiempo que, tesela a tesela, proporcionan información sobre alguno de los usos del momento. Algunos otros escritos de estos siglos se han conocido tradicionalmente como apócrifos, y otros han sido sólo descubiertos en tiempos recientes (p. ej., los hallazgos de Naq Hammadi, que algo aportan sobre el credo de los primitivos cristianos en Egipto). Es seguro que los habitantes de Qumrán eran creyentes y que, en algunas reglas y prácticas, se les puede relacionar con las doctrinas de Jesús, con aquéllas que aparecen en la Biblia, y no con las presuntamente combativas doctrinas del Jesús de los autores sensacionalistas. Es bien posible que Juan el Bautista, originalmente, procediese de estos rigoristas ambientes de esenios o de qumráneos, o que, en cualquier caso, fuera allí huésped distinguido. También es razonable que Jesús pudiese haber conocido a cualquiera de ellos. (En nuestra página web „Los Caminos de Cristo" se argumentará, asimismo, que Jesús conoció muchos círculos, sin que ello implique que debía automáticamente haber provenido de alguna de las escuelas con cuyos seguidores se encontró.)
2. Otros autores más se adhirieron a las mencionadas
especulaciones en torno a Jesús y ello, a saber, con muchos detalles acerca de
la historia judía, pero sin que se pudieran solucionar las contradicciones
referidas. Con una vista reduccionista de una parte de estos escritos también
respecto de la resurrección de Jesús se hace mención a un ritual sobre la
resurrección históricamente tangible de los egipcios tardíos y acaso también
de los esenios y de las tradiciones en ellos basadas, con lo que al lector se le
oculta justamente el aspecto de la renovación que supone Jesús en este mismo
contexto. A este respecto no se sufriría ninguna pérdida respecto de las
relaciones allí expuestas entre los grupos históricos como el de los esenios y
los templarios si se renunciara a este dogma contrario a la resurrección.
Meramente el aspecto místicamente comprensible de aquello que llevó a cabo
Jesús rebasó ya en la época del cristianismo temprano el entendimiento de
algunas comunidades judeo-cristianas y gnósticas, por lo tanto carece de
sentido intentar demostrar con la perspectiva de éstas que todo lo que sucedió
se resume en lo que meramente comprendieron ellas. Otros habrían comprendido
otros aspectos de la verdad, lo cual muestran tanto los numerosos cristianos de
los primeros tiempos que creían en el amplio sentido de la resurrección como
también aquellos que se servían del escrito, conflictivo a este mismo
respecto, del Evangelio de Felipe. Pablo, en buen camino de convertirse en una
especie de árbitro no era ni mucho menos la única fuente de aquellas
tradiciones que se mantenían en la concepción de la resurrección en tanto
conversión tanto material como espiritual. Las personas que respetan en
alguna medida el estado de la tradición ampliamente aceptado en la historia de
la iglesia pueden acercarse más a la verdad que aquellas que simplemente
rechazan todo aquello que no se adapta a sus concepciones.
Allí donde estas actividades se convierten en una constante difamación de
Jesucristo pueden darse también consecuencias espirituales que van más allá
de una cuestión puramente humana.
3. También se ha especulado sobre varios
supuestos "enterramientos con los huesos de Cristo", varios de ellos
en Israel y en otros lugares. En un entorno como el del Cercano Oriente, en el
que intervienen los ladrones de tumbas, por ejemplo en los casos de estos
enterramientos, o en el que un recipiente es algo que supuestamente estuvo
"desaparecido", o en el que miles de semejantes recipientes se
encuentran almacenados en museos y de los cuales se toman huesos y se vuelven a
enterrar, etc., es prácticamente imposible obtener conocimientos fiables sobre
las personas. En esta situación tampoco demuestran nada los frecuentes nombres
que se hayan rasguñado. El cómputo de probabilidades tampoco puede excluir
ninguna semejanza entre nombres en diferentes familias.
Una investigación histórica integral no habría de partir de supuesto de que
la resurrección según la tradición no haya tenido lugar. También
respondería esto más bien al estado de los conocimientos posibles actuales,
comprenderse la profecía que puede relacionarse al Jesús de hace 2000 años no
tan sólo a modo de una fuente de esperanza subjetiva, sino considerar que se
refiere a algo completamente real, lo cual en parte espera a su explicación
hasta que llegue a suceder.
Informaciones
complementarias al respecto (en inglés):
http://dukereligion.blogspot.com/2008/01/talpiot-tomb-controversy-revisited.html
* 4. Hay otras especulaciones por el estilo sobre Jesús que han conducido a interpretaciones diferentes. Por ejemplo, una tesis según la cual Jesúsha de ser un adepto de la escuela filosófica cínica de Grecia... Por lo demás otros desean comparar incluso a Jesús con Moisés o con un faraón egipcio o con Julio César o con un emperador bizantino militante.
** Llama la atención que en tales libros no se mencione el hecho de que en Qumrán también se encontrara antiguos textos evangélicos de siglo I, cuya comparación con los textos actuales demuestra una transmisión muy fiel al original.
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Legitimación de las aportaciones de la ciencia.
Que hay hombres que, también en cuestiones de fe, necesitan del apoyo de la observación, la numeración, la medida y el peso constatables es algo que reconoce Jesús en el caso de Tomás, que puede ser considerado, entre los discípulos, como el „arquetipo del científico" y, por ende, un modelo para muchos en nuestro tiempo. Cuando halló ocasión propicia para comprobar escrupulosamente si realmente era Jesucristo el que estaba delante de él, Jesús le replicó: „no seas incrédulo, sino creyente ". Es decir, esta nueva experiencia debe aplicarla Tomás de forma tal que, a través de una sincera y profunda meditación, la raíz de su duda desaparezca y algo se „ilumine" en él: que Jesús, después de todo, tuviera que decir esto significa también que Tomas no era un escéptico al que sólo la realidad tangible lo pudiera „doblegar" y „forzar a creer", acaso ya, por temor al castigo; al contrario, significa que Tomás, incluso después, seguía conservando su capacidad de arribar a nuevos convencimientos, o no, a partir de su propio interior. A pesar de ello, debía sospechar que hay otras posibilidades de autoconvencerse, más allá del testimonio sensorial. Jesús sabía lo que convenía a Tomás. No quería forzar a nadie, algo que habría tenido la apariencia de un juicio; y tampoco conduce a ningún sitio provocar el rechazo de alguien que aún no está maduro para tomar una decisión.
Se trata de una mala interpretación de lo que la ciencia es creer que ésta relega siempre todo aquel conjunto de experiencias = empirie que no se ajustan al viejo canon. Los verdaderos genios, como Einstein, no se ocuparon nunca de tal administración del conocimiento, sino que, por el contrario, iniciaban su investigación allí donde aparecía algo poco claro. También está búsqueda puede ser uno de los muchos caminos hacia Dios, siempre y cuando los propósitos sean sinceros y la ciencia no esté corrompida por otros intereses comerciales o dudosos.
Así pues, en la mayor parte de los casos, en cuestiones de ciencia
espiritual y de fe, las labores de la ciencia natural objetivable –con su
observación, planteamiento de hipótesis y, finalmente, de teorías que luego
se verifican-, por sí sola, no es suficiente. No siempre se dispone de un ser
que nos ponga delante, de forma indubitable y, en la medida de lo posible,
reproducible, una más elevada realidad (como les ocurriera a los discípulos de
Jesús), o que nos abra la percepción para ello (como se menciona en Juan 1,
51). Sin embargo, hay muchos indicios de que hay estratos, p. ej., en el ser
humano y por encima de él, que no proceden del espectro conocido de fuerzas y
sustancias físicas, sino que tan sólo se muestran por medio de sus efectos:
fuerzas vitales, sensaciones anímicas, pensamiento, conciencia... (pueden
hallarse algunos ejemplos en diversos pasajes del texto principal de
Christuswege.net). Son muchas las tradiciones „precientíficas" de las
más diversas culturas que se revelan como una más antigua forma de experiencia
y cientificidad. Aún hoy es posible desarrollar para tales ámbitos
procedimientos especialmente adecuados de percepción y análisis, tal y como
prueban las consideraciones de ciencia natural de Goethe, o los trabajos de
Rudolf Steiner sobre teoría del conocimiento fundados sobre aquéllas. También
van en esta dirección los nuevos enfoques científicos, desde la teoría
cuántica hasta los de aquellos científicos que están elaborando una nueva
biología, una nueva geofísica y astrofísica, etc., en definitiva, un nuevo
„paradigma" o imagen del mundo; aunque la mayor parte de ellos, sin
buscar, como hizo Steiner, una nueva metódica más apropiada para los nuevos
contenidos.
Se deduce de aquí, en primer lugar, que los actuales conocimientos científicos
a.) sólo muestran una parte minúscula de la realidad;
b.) que los fundamentos de la ciencia natural son siempre relativos: la materia
se muestra como energía condensada o incluso como espíritu condensado; por
otro lado, formas de energía pueden alcanzar velocidades superiores a la de la
luz (taquiones); pueden, por tanto, „rejuvenecer", el tiempo se hace aún
más relativo de lo que ya indicara la teoría de la relatividad; pueden, así,
desaparecer de nuestro espacio y volver a aparecer desde una especie de más
allá o trascendencia, de forma que el espacio es aún menos absoluto de lo que
ya parecía con la conocida como „curvatura" del espacio. Y aún queda la
inaprehensible „información" de la cibernética, que carece de energía
y materia, y que, por ello, resulta absolutamente indescriptible por los medios
habituales. Se podría hablar aquí de una „conciencia".
c.) Este desmoronamiento de la vieja concepción del mundo, en sentido estricto,
no sería, pues, una „demostración de la existencia de Dios", sino, en
cualquier caso, tan sólo una preparación. A muchos les basta con esto, pues
estaban sencillamente bloqueados por la desfasada concepción materialista del
mundo y ahora pueden emprender vías más directas hacia Dios. Pero, atención,
hay aún mucho más: ¿qué es, sino, esta „información" o los otros
procesos inaprehensibles del universo ya mencionados? ¿Qué o quién crea
continuamente nueva materia y energía y nuevamente la descompone? ¿Qué o
quién es el que, tanto aquí como en la vida, regula la frontera entre la vida
y la muerte, y autoriza el tránsito, del mismo modo a como se pasa de la
vigilia al sueño? ¿Qué o quién es el que se expresa permanentemente,
englobando tiempo y espacio, activamente en el universo? ¿Es el hombre, que en
su conciencia puede experimentar, como viniendo desde „fuera", la
energía, el tiempo y el espacio, verdaderamente una „copia" germinal de
Aquél que puede hacer esto mismo a escala mayor (v. Génesis 1, 26)?
d.) Se añade aquí, además, que el caos y la casualidad, prácticamente,
quedan descartados como respuestas. Pues este mundo y las criaturas vivas, y el
mundo de las partículas, y también los procesos en la vida, muestran un grado
tan poco casual de orden dentro del caos, de teleología y de sentido dentro del
todo, que es equiparable al de una obra de arte completa; y también escasean
las formas de transición que una evolución azarosa habría producido, etc..
Tan sólo con estas conclusiones, debe resultar claro que es más difícil no
creer que creer en una inteligencia primordial central, que fije el principio y
la meta de un „programa de creación" y que determine el camino con
regularidades que se despliegan. De este modo se ha confirmado aquella misma
conclusión a la que se puede arribar por encima del entendimiento, tal y como
ya hiciera una vez, con su „hemisferio derecho místico", unos 800 a. C.,
la conciencia mística de los antiguos pueblos: el ver a Dios en acción. (Los
„dioses" de otros pueblos eran, originariamente, tan sólo denominaciones
de cualidades concretas del único Dios; sólo cuando esta sabiduría
palideció, se los interpretó como „dioses" independientes y se los
concibió al modo de magnificados seres humanos ya existentes). Por parecidas
vías, investigadores no creyentes como Max Thürkauf, Georg Todoroff y muchos
otros arribaron a la creencia en Dios.
e.) La fe, en el sentido de una profunda convicción, es mucho más que el
puramente intelectual „dar-por-cierto" algo.
f.) Están en la fe, claro, personas como los místicos y otros de su clase,
pero también los creyentes normales que dan testimonio de experiencias con Dios
y con Cristo muy directas y transformadoras; y aquellos que, por medio de este
contacto, también tienen, en su interior, verdaderas experiencias con el divino
y creativo Espíritu divino. Tarde o temprano, estos caminos pueden conducir,
asimismo, de una forma totalmente independiente, a una transformación y a
descubrimientos sobre la naturaleza de las experiencias. Aquí comienza el texto
principal de "caminosdecristo.net".
En la iglesia católica existe la encíclica "Fides et Ratio" (Fe y razón) de 1998 y el Papa Benedicto XVI ha retomado el tema en su exposición ratisbonense de 2006: la fe sin la razón o la razón sin la fe carecen en cada caso de valor pues no consideran al ser humano en su integridad. Michael Springer argumenta en contra en la publicación "Spektrum der Wissenschaft" de enero de 2007 que no toda laguna del conocimiento haya de relacionarse automáticamente con algo que no sea racionalmente explicable, es decir, a Dios; a lo cual cabe decir, por cierto, por ejemplo, que a nosotros mismos no nos importa tanto, sino que se trata de conclusiones muy concretas (véase más arriba). Él, por otra parte, confiesa que la fe, al modo de las lagunas que la ciencia podrá llegar a explicar algún día, no consiste sino en meras creencias. El estado viene a ser que ya actualmente se hacen considerables esfuerzos para que los individuos científicos sigan contando con la posibilidad de no tener que creer aún en Dios (lo cual no tiene que ser nada necesariamente ateo sino que puede tratarse de una postura agnóstica, es decir falta de fe sin pronunciamiento definitivo sobre la inexistencia de Dios). También otra versión nueva que reconoce la fe en Dios tan sólo como un bien que coopera a asegurar éticamente la cultura material no es suficiente respecto de los aspectos arriba mencionados.
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En sus esfuerzos para tomar decisiones, las personas despiertas de todas las culturas y épocas*) antes de esta época investigativa actual han compilado experiencias sobre el origen de sus diferentes emociones. Los caminos de desarrollo espirituales o religiosos son un testimonio de la capacidad de las personas para desarrollarse realmente incluso en esta lucha por la toma de decisiones éticas en lugar de considerar que todo está establecido de antemano. Sin embargo, también en entornos religiosos hubo algunos que tendían al fatalismo, o sea, a creer con mayor o menor intensidad en la predestinación o en el destino.
La capacidad actual del pensamiento es la mayoría de las veces ya tan solo parcialmente consciente. Si alguien desea ser y permanecer consciente de las sensaciones actuantes, ha de observar normalmente durante un dilatado espacio de tiempo para volverse sensible en este mismo sentido. Algo más inconscientes son los movimientos de la voluntad, los cuales requieren mayor esfuerzo para que se vuelvan plenamente conscienteso puedan revelarse de modo completamente libre. Esta inconsciencia de la voluntad ya era conocida, por ejemplo, por Rudolf Steiner independientemente de la investigación del cerebro moderna. Pero él sabía también lo que científicamente aun no se ha investigado, a saber, que este control propio muy bien puede entrenarse. Muchos cristianos experimentan tangiblemente que incluso es posible más, a saber, que la voluntad humana puede ponerse crecientemente "en manos de Dios". Esto es incluso posible en cierta medida en cada fase del propio desarrollo, es decir incluso en los casos en los que la persona no conoce su interior de un modo especialmente profundo. En semejantes casos se encuentra en acción una instancia que coadyuva al proseguimiento de este camino. Esta vía conduce antes o después a una vida cada vez más consciente (esta práctica no tiene nada que ver con la exigencia de obedecer de una iglesia frente a su feligresía).
En este contexto, los resultados de algunos neurólogos
modernos permiten diferentes conclusiones a las que se presentaron en varias
revistas científicas. Éstos encontraron por mediciones en movimientos
experimentales de la mano que la capacidad de movimiento en el sistema nervioso
ya se forma mientras que subjetivamente sólo la intención de mover la mano es
consciente. Entonces la persona piensa que se inicia la acción cuando realmente
comienza una centésima de milésima de segundo después**).
Esto confirma primeramente sólo que, como se mencionó anteriormente, la mente
humana consciente no suele ser la única base de las acciones sino que la
complejidad de su ser influye en sus decisiones. El "potencial de preparación"predeterminado,
sin embargo, no significa en absoluto que el hombre esté predeterminado automáticamente
a seguir cada uno de esos movimientos de la voluntad. Eso sería un retroceso
inadmisible. Por tanto, el libre albedrío no queda de ninguna manera refutado,
como algunos pensaban. Pero según las experiencias referidas ("investigación
de campo" de milenios) sería correcto suponer que el intelecto solo no es
suficiente para ejercer el "libre albedrío". El pensamiento y las
buenas intenciones sólo pueden ser un primer paso hacia una responsabilidad
mayor; tendría que añadirse a continuación la consideraciónde los
sentimientos hasta entonces subconscientes y los habituales impulsos
inconscientes de la voluntad. El "potencial de disposición neuronal"
es entonces más rápidamente conscientecomo tal y por ende es perfectamente
posible intentar llevar una vida más responsable.
Además cabe señalar que si, por ejemplo, se miden los potenciales eléctricos de las terminaciones nerviosas, ya desde punto de vista científico clásico se hablaría tan sólo de "causas". Desde el punto de vista de las humanidades es muyposible ver en ello un "efecto" a modo de un piano en el que el alma y la esencia espiritual tocan con toda su voluntad. Esto no puede decidirse a nivel puramente científico, biológico. La biología tampoco puede decidir si en este complicado organismo humano obra de Dios y cómo lo hace***). Ella empero bien puede aproximarse a tales preguntas desde su perspectiva. Usted, por ejemplo, podría intentar hacer mediciones de lo que puede tener lugar de diferente manera en la persona cuando alguien, por ejemplo en la oración, actúa contra un impulso no deseado****). Por sí sola no puede juzgar lo que la oración "sea" para el creyente.
*) En todo caso obsérvense las diferencias en las etapas de desarrollo arcaicas, mágicas, míticas e intelectuales... de la conciencia humana según se muestran en nuestras Consideraciones generales sobre las religiones naturales y "La religión como la reconexión con Dios...". Las fuentes de las emociones humanas fueron percibidas en ciertos tiempos más intensamente fuera del hombre y, en otros momentos de otros tiempos, de modo más intenso en su interior. Las posibilidades actuales del desarrollo de la conciencia se elaboran sobre la base de los pasos de la vida de Jesús en nuestro texto principal, parte 1. El hombre, en contraste con una manera anterior más instintiva, puede, por ejemplo, aprender de nuevo con más intensidad a reconocer las relaciones con su entorno, con el medio ambiente y con la tierra. Así, además de los conocimientos sociales y ecológicos, pueden ponerse de relieve los aspectos éticos y religioso-filosóficos generalespara la sociedad.
**) Por ejemplo en "Spektrum der Wissenschaft", abril de 2005.
***) Véase también nuestra página "Ciencia natural y fe en Dios" ("Naturwissenschaft und Gottesglaube").
****) Véase también nuestra exposición sobre la"Elaboración de la vida diaria" ("Verarbeitung des täglichen Lebens").
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Los antecedentes: en el libro primero de Moisés (el Génesis), 29, se lee: Entonces dijo Dios "Os entrego todas las plantas que tienen semilla, y todos los árboles que producen fruto con semilla. Os servirán de alimento". Esto se correspondería con nuestros conocimientos de que el hombre tiene fundamentalmente los aparatos masticatorio y digestivo propios de un frugívoro o comedor de fruta (y no los de un omnívoro, como pudiera pensarse, si sólo se tienen en cuenta las categorías que parecen abarcar a la mayor parte de los animales, carnívoros, omnívoros y herbívoros). Después del diluvio (documentado arqueológicamente, p. ej., en oriente próximo), se lee, sin embargo, en el Génesis,
9, 3, a Noé: "Todo lo que tiene vida os servirá de alimento; ... Tan sólo la carne en la que aún haya sangre no debéis comerla". Hasta aquí todo se refiere a un tiempo previo a la aparición de los pueblos actuales, es decir, no concierne, en la medida en que la tradición sea correcta, sólo a los posteriores judíos.Hay cada vez más pruebas de que existe una relación entre las numerosas
prescripciones, hoy apenas comprendidas, sobre el sacrificio animal y el placer
del consumo de carne sacrificial. Ya el profeta Oseas (6, 6) dejó dicho:
"Quiero amor, no sacrificios, conocimiento de Dios, y no holocaustos".
Valiéndose de esto, Jesús dijo: "Entended, por ello, lo que significa:
'Misericordia quiero, y no sacrificios " (Mt. 9, 13 y 12,7). Sobre
Lucas 22, 11, en donde Jesús pregunta, dónde puede comer el cordero pascual
–que luego, en la subsiguiente cena, no vuelve a mencionarse-, hay escritos
protocristianos „apócrifos" (que en torno al 400 no fueron admitidos
dentro del canon bíblico), p. ej., en el „Evangelio ebionita".
Allí se puede leer: "¿Acaso pido yo comer en esta fiesta pascual
carne de cordero con vosotros?". La lengua aramea solía usar para tales
oraciones algunas palabras menos y permitía así diversas interpretaciones, si
la entonación se suprimía. Esto provocó diferentes traducciones que se
prestaban fácilmente a los más enconados debates.
(Las comunidades judeocristianas prácticamente
desaparecidas por el proceso de islamización fueron un componente auténtico e
importante de la cristiandad temprana si bien en algunos de los pontos de vista,
como en el ejemplo de arriba, se diferenciaban del resto de las iglesias en
desarrollo).
En los Hechos de los Apóstoles 15, 19 se menciona lo que dijera Santiago, el
líder de la comunidad primitiva, que a los (convertidos por Pablo) „paganos
que se vuelven hacia Dios, no hay que crearles (ajenas) dificultades. Es
suficiente con instruirles para que eviten la contaminación de los (sacrificios
de) idolatría y la impudicia, y no coman ni animales estrangulados ni
sangre". Por el contrario, en Eusebio, uno de los primeros historiadores de
la iglesia, en las Actas de los Apóstoles apócrifas (v. arriba) y en otros
lugares, se ofrece la imagen de que al menos Jesús, Juan, Pedro y Santiago
mismos llevaban, normalmente, un régimen vegetariano de vida. *
Mt. 15, 11-20 / Mc. 7, 17-21 muestra, ciertamente, que Jesús concedía
mayor importancia a „lo que sale de la boca que a „lo que entra en la
boca"; sin embargo, esto se refiere a las preguntas de los fariseos en
torno a lavarse las manos antes de las comidas. Se trata del mismo orden de
valores que aparece en la frase sobre la viga en el propio ojo y la paja en el
ajeno. Es decir, lo importante es comenzar por uno mismo, y no movido por el
temor a las influencias externas. No se prescribe, empero, el deber de comer
carne.
Según Lc.. 10, 8 Jesús aconsejó a los discípulos comer en sus viajes
aquello que sus anfitriones les ofrecieran. Esto no significa, automáticamente,
que el asunto sea algo por completo irrelevante. Por el contrario, en un
ambiente árabe, p. ej., que alguien rechace el cordial ofrecimiento de una
comida o bebida, o que no sepa consumirla debidamente puede, aún hoy, provocar
las más insospechadas reacciones. A los discípulos de aquel entonces, además,
se les otorgó el poder de resultar inmunes a ingredientes manifiestamente
dañinos (Mc 16,18.). No está justificado, por tanto, sacar estas
palabras bíblicas de contexto y darle un sentido general ilimitado.
En una medida superior a la mostrada en la Biblia en relación a los aspectos relativos a la alimentación el ayuno religioso se funda en la higiene corporal, por medio de lo cual aumenta la entrega a unas experiencias mentales y espirituales más profundas. Esto estaba especialmente establecido en la Iglesia Católica a saber, en los días festivos, en relación al viernes santo y en la época de ayuno entre "carnaval" y Pascuas. Pero también fuera de esta iglesia ha aumentado de nuevo la importancia del ayuno después de que, durante un espacio prolongado de tiempo, no se le prestara gran atención. Más allá del aspecto de la alimentación se ejercita libremente también en estos periodos la capacidad de otros tipos de abstinencia. Se piensa también a este respecto que muchas personas de todo el mundo padecen hambre. Hasta qué grado puede llegar esto es algo que se observa ya en la abstinencia de alimento de los místicos que van de la Edad Media hasta los tiempos contemporáneos; "inedia", el ayuno prolongado a lo largo de algunas semanas. Esto tiene lugar tanto con un trasfondo cristiano como de otros tipos, lo cual es llamado hoy por algunos "alimentación de luz" y significa que el espíritu puede dominar mucho más potentemente la materia de lo que científicamente se haya comprendido ello hasta ahora. Esto presuponen que los implicados sepan que son „guiados" a este respecto por Dios o bien que reciban asistencia especializada a fin de evitar ciertos peligros (esto no debe comprenderse como una recomendación a seguir esta vía).
El cuerpo es una herramienta y, como tal, requiere de un trato responsable.
Por cierto, también los animales, visto ello desde el punto de vista bíblico,
son seres creados por Dios, criaturas, o sea que no son "cosas" que se
puedan tratarse de cualquier manera, al contrario de lo que actualmente sucede
en parte (lo cual, en todo caso, está impedido
por las leyes de protección de los animales).
Cada cual debe, en última instancia, tomar la decisión sobre cuál
sea la alimentación más adecuada para sí mismo.
*) Es conveniente en todo caso, por motivos de salud, éticos y ecológicos así como demás motivos relativos al desarrollo de la conciencia, una más amplia divulgación de una alimentación de alta calidad, como se advierte en los esfuerzos de los especialistas desde hace más de cien años y como aconsejan, entre otros, los asesores de la salud (productos de cereales integrales, de ser posible procedentes de plantaciones biológicas, porción de alimentos frescos, aceites inalterados... )
**) Semejantes prescripciones existen aún hoy como, por ejemplo, se aplican en el caso de la comida limpia (koscher) de los judíos muy devotos; se trata, por ejemplo, de evitar la carne de cerdo, prescindir de la sangre y sacrificar
, por tanto, de modos especiales. Algo semejante sucede con el "halal", la alimentación en el Islam, que observa especialmente la supresión de la carne de cerdo.Volver al índice de esta página
"Una oración..." vea debajo
En su época, Jesús, con sus discípulos y demás seguidores, fueron interpretados por muchos como un movimiento para la curación del cuerpo y del alma. Dado que esto no resulta tan evidente hoy día, se ha de incidir sobre ello.
La voluntad de curarse.
Jesús, en primer lugar, formuló a un hombre
desprevenido una importante pregunta: "¿Quieres curarte?" (Jn.
5,6). Jesús se dirigía al alma. El enfermo refleja sus
manifiestas deficiencias en su búsqueda de una curación. Pero, a través de la
pregunta, se le da ocasión para percatarse de si lo que quiere, verdaderamente,
es curarse. Es éste el primer requisito de una curación bien entendida. La
recepción de esa ayuda se dificulta en la medida en que el subconsciente, por
la razón que sea, bloquea el camino hacia la curación y la búsqueda de ayuda.
De una u otra forma, podría recurrirse a alguna medida médica de primeros
auxilios o ejercer algún efecto sobre un síntoma. Pero la curación es algo
que va más allá de esto, algo que sólo funciona cuando el enfermo puede
apropiársela, es decir, cuando puede conectarla con sus propias potencias
curativas.
Aplícanse a ello no sólo aquéllos que, profesando ya las artes médicas, ya
las asistenciales, ya dando consejos sobre la vida, están dispuestos a
colaborar con el paciente, sino también reputados „sanadores" y personas
que coadyuvan a la curación por la fe o la oración.
La fuerza de la fe.
Mt. 9, 22 : Apenas
toca las ropas de Jesús una mujer que buscaba su curación y ésta se cura: "Tu
fe te ha salvado". En su relación con Dios, todo aquél que posea
experiencia de la fe, verá en esta fuerza de la fe algo extremadamente real,
algo que hace posible el proceso de curación. Bien es cierto que también el
así llamado efecto placebo, conocido en medicina, revela algo de la fuerza de
la convicción humana (cuando, p. ej., se toma azúcar creyendo que se trata del
medicamento). Sin embargo, aquí no se dan las profundas reversiones de procesos
patológicos propias de las curaciones por la fe.
Jesús es, asimismo, el prototipo, en el sentido más integral, de persona sana
tanto en cuerpo, en alma y en espíritu.
Extractos del capítulo "La cuestión de los
milagros" de nuestro texto principal *): Jesucristo
no sólo hace referencia, tal y como hacen algunos sanadores actuales, a „energías
cósmicas" que obran a través de él, él hace referencia a la fe, la fe
en la posibilidad de curación por medio de él y, en última instancia, por
medio de Dios, a través de la persona físicamente observable de Jesús.
Aún hoy se dan curaciones que, al igual que aquéllas originariamente
procuradas por los discípulos, se obtienen por medio de la oración; y por obra
de la parte más interior del hombre, aquélla que se halla vinculada a Cristo,
la que quiere la curación y la recuperación de la persona, persona que, según
Jesús, puede lograr incluso „mayores cosas" que él (Jn. 14, 12-13).
La curación espiritual misma y el progreso anímico-espiritual a ella aparejado
no son, sin embargo, una gracia que pueda forzarse, por mucho que el hombre
pueda hacer para favorecerla.
Con frecuencia las curaciones eran „signos", obras a pequeña escala que
indicaban algo mayor y más fundamental. En el caso de la curación del ciego de
nacimiento en sábado, Jesús responde que no se trata de ver los pecados como
causa de la enfermedad, „sino (que se trata) de manifestar las obras de Dios
en él". Cfr. Jn. 5, 6-9; Jn. 6; Jn. 9, 3 etc..
Hoy, gracias también a muchas experiencias y hallazgos paracientíficos, ha
dejado de ser inconcebible la idea de que Jesús, de hecho, podía tener la
facultad de influir en las fuerzas de la naturaleza. Mirar cara a cara a este
fenómeno puede resultar importante para nuestro actual concepto del hombre,
para una curación integral, es decir, cristiana.
La imposición de manos.
Aunque no siempre, con frecuencia, Jesús y los
discípulos impusieron las manos para curar. Esta práctica puede verse de forma
ocasional aún hoy. La persona que impone las manos al enfermo sobre la cabeza o
los hombros, pronuncia entretanto una oración, a veces con acompañamiento de
la comunidad. Esto sirve a que la compenetración y la conciencia se conviertan
en un canal para la ayuda de Dios. Esto puede entenderse de forma simbólica.
Pero gracias a las modernas corrientes de curación espiritual –entre las que
se encuentran cristianos con pleno conocimiento- sabemos que se trata de una
realidad. En el primitivo cristianismo se hablaba de que aquí estaba actuando
el "pneuma", el aliento vital o el Espíritu Santo*). Esta práctica,
a veces combinada con otras, también se usaba en las preces para la curación,
así como en las bendiciones. Véase, p. ej., Mt.19, 13; Mc.8, 23; Mc.10, 16
(bendición de los niños); Lc.4,40-41 (curación & expulsión de demonios);
Lc.24, 50 (bendición de los discípulos); Hechos de los Apóstoles 6, 6 y
19,12, así como 28, 8.
Sin embargo, la intercesión en la curación no depende necesariamente de la
imposición de manos. Se da también, por lo demás, a distancia, algo que se
deja sentir mucho más difícilmente.
El sufrimiento condicionado anímicamente.
La curación de la psique y la de las fuerzas vitales, es decir del cuerpo, están íntimamente relacionadas. El buen consejo „pastoral", el que versa sobre la vida, puede tener aquí también efecto sobre el padecimiento psicosomático, siempre y cuando sean razonables los consejos que se pongan en práctica y no empeoren los errores en la conducción de nuestras vidas.
Extractos del capítulo "La ira sagrada y... emociones" del texto principal' *): Jesús vivía permanentemente en „positivo estremecimiento ante Dios" y en la compasión hacia los hombres... En el caso del hombre normal, casi todas las emociones están mezcladas, sobre todo, con mecanismos de estimulación y reacción que, si bien biográficamente son todos ellos muy diferentes y actúan de forma muy variable, en su estructura básica, son muy similares. Es más, entresacar de las propias reacciones mecanismos siempre diferentes, examinarlos, en vez de reprimirlos, y llegar así finalmente a domeñarlos, es decir, a confiarlos a Dios, es un largo proceso de aprendizaje.
Así, resulta de poca utilidad, en general, querer tratar, de la forma acostumbrada, complejos globales de problemas también de forma global. Resultaría más efectivo, buscar primero las partes componentes individuales de un complejo de esa clase, y así diferenciar de forma consciente si se trata de una „viga en el propio ojo" o de una „paja en el ojo ajeno" (Mt. 7, 1-5), y quién es de ello responsable. Algunas escuelas cristianas enfatizarían considerablemente lo primero, dado que es más difícil —y debe aprenderse en primer lugar cómo— examinar las propias acciones problemáticas, y dado que éstas son también más fáciles de corregir. En la práctica psicológica, la otra perspectiva se pondría más frecuentemente en primer lugar como sacrificio. Al final, se percibirá que, a pesar de todo, ambos enfoques, en mayor o menor medida, han entrado en juego.
Una posible práctica, a este respecto, es: 1) P.
ej., examinar interiormente la correspondiente emoción, experimentada como
negativa, tal y como aparece en concreto (p. ej. miedo, odio, ira, indiferencia
y arrogancia, duda desproporcionada,...). 2) En lugar de cavilar mucho, esperar
un momento en calma, para percibir tanto como sea posible, de qué se trata.
Entonces, 3) confiar en oración**) a Dios este problema que así se ha vivido,
que así ha llegado incluso a sentirse con el cuerpo. 4) Permanecer en calma,
hasta que aparezca una chispa de iluminación.
Con alguna práctica meditativa ***), p. ej., esto puede experimentarse como una
corriente que sale fluyendo hacia arriba y, en determinados casos, como una
corriente de fuerzas renovadoras que entra fluyendo luego hacia abajo. En otros
casos, es también posible „espirar" con la respiración la emoción
negativa, etc., con actitud de confiarla a Dios; y, en la inspiración, permitir
que lo positivo pueda entrar fluyendo desde la misericordia de Dios (una
variación de la permanente oración de los monjes cristianos del monte Athos,
mencionada en el capítulo „El silencio en el desierto" de nuestro texto
principal).
Problemas mentales.
Extracto del capítulo „La transfiguración" del texto principal*: Está el „pensamiento positivo" y están las „afirmaciones" positivas (postulados). Sin embargo, si no se lo practicara de forma egoísta e insensata, con manipulaciones técnicas, se lo podría poner en disposición de corresponder con lo que puede venir de Dios; se podría abrirlo para ello. En la literatura de esta índole se echa de menos, en su mayor parte, esta preocupación, de modo que, con frecuencia, deviene así también en autoengaño.
"Problemas del destino".
En las modernas corrientes de curación espiritual se tiene, p. ej., experiencia de que hay casos donde surge la impresión de que (aún) no es posible una curación, es decir que „no ha sido concedida". Se trata algo así como de una fase del „programa". Puede ser que, p. ej., el enfermo „quiera" aún aprender algo de la enfermedad, o deba hacerlo. Sin embargo, también esto es plenamente susceptible de solución con Dios. Véase al respecto también el epígrafe precedente „La voluntad de curarse".
Cuestiones legales.
La pura curación cristiana por la oración, de
resultas de una imposición de manos, está protegida, p. ej., en Alemania, por
la libertad constitucional de práctica religiosa. Quien, sin embargo, quiera
ofrecerla como un servicio, más allá del ámbito domiciliario del círculo
privado o más allá de la iglesia, debe previamente informarse con detalle de
la situación legal. En caso de que se lleven a cabo prácticas susceptibles de
ser interpretadas por otros como diagnósticas o terapéuticas, incluso si, a
cambio de éstas, o no se recibe honorarios o sólo se reciben donativos, en
Alemania se ha de aprobar el examen de practicante o disponer de acreditación
como médico (los sanadores espirituales, p. ej., cuya técnica, aunque se
aparta, por lo general, de la originaria curación cristiana, presenta también
similitudes con ella, pueden con frecuencia sentir las enfermedades y demás con
sus manos). Si bien sería deseable que las leyes contemplaran de una manera
menos burocrática el carácter especial de estas prácticas, la Dachverband
Geistiges Heilen [„Federación de Curación Espiritual"]****) recomienda
también que, en las presentes circunstancias, se someta uno a un examen de
practicante. En teoría, en aquellos casos en los que sólo se realiza consejo
psicológico o curación espiritual, se concede un permiso simplificado del
mismo. Ya es otra cuestión si este permiso simplificado puede convertirse en
algo real en todos los casos.
En Inglaterra, p. ej., se acepta ya de forma general a los „sanadores
espirituales", permitiéndoles incluso el acceso a los hospitales.
Al margen de cuestiones legales, quien busque la liberación hará bien si se preocupa por observar también una alimentación o dieta sana o hacer gimnasia de rehabilitación así como dormir lo suficiente y orar.*****
*) El 'texto principal' aborda éste y otros puntos desde una perspectiva más amplia, a saber, en relación con las posibilidades del desarrollo humano sobre todo; es decir, en torno a la „curación" en el más estricto sentido.
**) En general, sobre la mejor actitud ante la oración, cfr. también nuestra página "Una oración por la paz...".
***) Véase la página "Meditación cristiana".
****)
World Federation of Healing – muchos grupos diferentes en todo el mundo. http://www.wfh.org.uk . No conocemos, entre los grupos particulares, ninguno que sólo reúna a sanadores cristianos. (Caminosdecristo.net no se hace responsable de las páginas web de terceros y no respalda necesariamente todos y cada uno de sus variables contenidos).*****) (...) Los actuales conocimientos sobre los sistemas de regulación humanos existentes, que van más allá del punto de vista unilateral de la biología molecular, son esenciales para la comprensión de la naturopatía y los intentos de curar las afecciones mentales. Servirse de ellos en mayor medida podría aliviar la cooperación entre diversas perspectivas médicas.
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Como creyente cristiano puede Ud. bendecir a todos y a todo, siempre y cuando sienta que ello es acorde con la fe y Ud. se dirija para ello hacia Dios. No sólo existe la habitual bendición de sacerdotes y párrocos del 4º libro del Pentateuco (Números), 6:23 - 7:1 .
UD. puede también, como laico, difundir la bendición. No precisa para ello de ninguna fórmula, ni debe hablar en voz alta; tan sólo es necesaria la actitud interior correcta; en este sentido: "La bendición del Señor sea con vosotros ahora y siempre". Dios no hará nada indebido por su bendición. Esta costumbre se ha vuelto infrecuente, pero podría resultar de ayuda.
Hay muchos pasajes bíblicos en torno al tema de la bendición. Algunos típicos sobre los diversos aspectos de la bendición: Zacarías, 8:13; Hechos de los Apóst., 3:26; Efesios, 1:3; 1 Pedro, 3:9-12; Hebreos, 6:7. Algunos otros pasajes bíblicos para ello: Mateo, 5,44 o Lucas, 6:28; Romanos, 12:14; 1 Pentateuco (Génesis), 9:1; 5 Pentateuco (Deuteronomio), 11:26; Salmos, 115:13; Proverbios 11:25.
*) Algo comprensible de suyo: allí donde se bendicen armas los ángeles tendrán problemas con tales "bendiciones" ... .
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La lamentación como posible integrante de la práctica cristiana.
Algunos círculos cristianos, incluso de estrictos creyentes, suscitan la impresión parcial de que sería mejor que los cristianos se entregasen a su destino, sin implicarse tampoco demasiado en la crítica de los acontecimientos del mundo: en su lugar pueden orar por que éste mejore o hasta intentar hacer algo al respecto. Pero que éstos pueden "lamentarse amargamente" ante Dios –v. las Lamentaciones del Antiguo Testamento–, salvo en forma literaria ('Don Camillo y Peppone'), sigue siendo algo raro y, en todo caso, rara vez se enseña oficialmente, en las iglesias. En la oración privada sí que puede darse más. Si se comparase con esta situación la práctica judía en el Muro de las Lamentaciones de Jerusalén (sin pretender recomendar ahora algo similar para los cristianos), se vería definitivamente claro que se trata aquí de un posible componente de la fe de gran importancia.
Aun cuando los valores y promesas específicamente cristianas (cf., p. ej., la cita del sermón de la montaña, Mt. 5:5: "Los humildes heredarán la tierra") se contrapongan a la tendencia que sigue siendo dominante en el mundo, podría pensarse que, quizás aquí podría estar implicado que los cristianos no pueden enfrentarse a tales promesas. Las promesas no son ninguna opción sin compromiso de la gracia que pueda haber, y pueden venir o no. Éstas no son sino promesas. Cuándo se cumplan éstas es algo que puede depender también de la madurez de los seres humanos, o de que sean "imploradas". "El Reino de los Cielos sufre violencia ". Mt.11:12.
No quedó claro ya de quién o de qué se queja uno aquí. ¿Acaso de otras personas? ¿O se trata de los poderes diabólicos –desechados como infundados por algunos teólogos– que pueden haber contribuido a engañar a los hombres? Todos ellos pueden tener su parte de responsabilidad. Aparece entonces con frecuencia la presunción de "se ha autorizado" (con más de un "porque..." pensado humanamente). ¿Pero es esta "dirección", que puede "autorizar" algo o no, y que amplía las reglas de juego del Señor, sólo directamente el Altísimo? Sería un gran error pensar en hacer responsable a Dios mismo del mal del mundo o de cualquier clase de "autorización". Durante los primeros siglos hablaron y escribieron los Padres de la Iglesia, aún reverenciados en ésta o en aquella iglesia, acerca de las jerarquías de ángeles que, transmitidas, existían entre Dios y los hombres, etc. Los gnósticos hablaron, asimismo, también de los llamados "Arcontes" con características con frecuencia problemáticas. A su manera, también otras culturas han recogido tales experiencias: p. ej., el Libro de los Muertos tibetano está repleto de recomendaciones sobre cómo proceder con tales seres después de la muerte. Precisamente, por lo que toca a las cosas fundamentales que están más allá de los recíprocos reproches estrechos de miras de las personas, un día podría confirmarse que aquí está coactuando esencialmente una „dirección" no completamente libre de defecto por debajo del Altísimo, también por debajo de Cristo, pero que, comparada con los seres humanos o comparada incluso con fuerzas directamente negativas, está a una "altura" extraordinaria. Este punto de vista es también una aportación a la antigua cuestión de los filósofos relativa a la "teodicea", es decir, la cuestión de la relación entre Dios y el mal en el mundo (su "justificación").
Conclusión: si bien es posible lamentarse ante Dios, ya que sigue siendo el correcto interlocutor, no tiene sentido lamentarse de él. Tal queja puede implicar también transferir a Dios actitudes con los correspondientes y agitados sentimientos humanos, aún cuando tales sentimientos, en vez de duelo, p. ej., conllevan irritación por lo injusto (Mt. 5:6). Puesto que la solución se deja en manos de Dios, este tipo de queja representa en el fondo un tipo especial de intensa oración. No obstante, le corresponde demostrar amor o veneración respecto a Dios o Cristo; ello protege, además, de caer en la pura negatividad, la cual ya no conduciría a Dios, sino más bien a cualquier otro sitio.
Otra vía es dejar que estos sentimientos se apacigüen un tanto por sí mismos, permitiendo así la clásica y pura oración, en la que a Dios se le ofrece todo en forma de agradecimiento y ruego. Es a buen seguro una actitud adecuada frente a Dios orar normalmente de este modo. Pero está permitido también quejarse en el anterior sentido cuando parece necesario y honesto (auténtico).
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Una vía cristiana para tratar los acontecimientos de la vida
.– Aquél que - con Jesús como medida y ayuda - busque progresar
desde las propias imperfecciones hacia las cualidades más prometedoras (cf. la
página "...Ética": no hacer daño, sino ayudar...), puede primero tomar
conciencia de los defectos propios de su carácter, de los errores y faltas
cometidas, en lugar de imputar a otros todos los humores, problemas y ofensas
(cf. Mt 7:1 No juzguéis y así no seréis juzgados. 2 Pues según el derecho
con que juzguéis así seréis juzgados, y con la medida que midáis, así
seréis medidos. 3 ¿Cómo es que ves la mota en el ojo de tu hermano y no
adviertes la viga que hay en el tuyo?...).
Tal cosa se anotará interiormente y sobre papel, tan pronto como sea posible y
con tanta serenidad interior como sea posible (cf. nuestro capítulo del
texto principal "El silencio en el desierto"), y tan
conscientemente como si se tratará de un 'producto' que deba quedar terminado,
y se explorarán sus posibilidades de mejora del mismo modo que se observa el
éxito. Es decir, se necesita de un esfuerzo propio: así, puede tratarse de
oraciones relacionadas con ello y, conforme a la fe, la ayuda puede venir; sin
embargo, esto, con una práctica seria y por ende integral, vendrá también
acompañado de correcciones en las actitudes y en el pensamiento, de más
lucidez sobre los sentimientos negativos y, en definitiva, de cambios en el
comportamiento. Todo ello discurre tanto más fácilmente cuanto más se
consideren de tal modo las finísimas partes de lo observado diariamente en sí
y sean luego éstas comunicadas una a una a Dios en oración... (Cf. el capítulo
"La ira sagrada y puntos de vistas sobre las emociones".)
Las costumbres de vida profundamente implantadas son precisamente muy
difíciles de cambiar, pues se hallan enraizadas en una capa inconsciente de la
personalidad. Para ello, a menudo el camino requiere ya de considerable
experiencia en el reconocimiento de los orígenes sub- o inconscientes (no
obstante, puede también ocurrir directamente, como en el caso del fumador que,
de un minuto para otro, deja de fumar para siempre por una firme decisión. Cf.
el capítulo "La transfiguración de Cristo").
Este "análisis y tratamiento consciente con la ayuda de la oración"
ya sería, en sí mismo, un camino espiritual que puede llevar muy lejos y que
puede acompañarle a uno toda la vida; pero que también puede, con la
correspondiente práctica intensiva, proporcionar, no obstante, notables
progresos a corto plazo. Puede que queden aún por tratar las "capas más
profundas" de los asuntos sometidos a limpieza, aunque hayan ya mejorado en
gran medida.
Seguidamente también está
permitido observar la "astilla" del prójimo o considerar lo que a uno
mismo le hayan hecho.
Donde parezca necesario un juicio sobre los propios actos o sobre los actos de
otros, se trataba más bien de no juzgar según las apariencias sino de un modo
"derecho" / "justo" o sea de un modo analítico y
constructivo en la medida de lo posible (comp. San Juan 7:24)
(...)
Pueden también aflorar sugerencias de la conciencia ... (cf. Mt.
5,5 y 5,9 ...).
(Esta práctica puede aplicarse ante todo allí donde se trata de mejorar conductas antes consideradas psicológicamente dentro de lo "normal". Cuando se trata de mejorar estados que hoy se consideran en cierta medida patológicos, sería tanto más necesario el obligado acompañamiento activo en ese camino de un asistente debidamente experimentado, en algunos casos incluso con formación en psicología, pues al tratar con los problemas propios la autonomía está tanto más limitada de lo habitual entre las personas cuando deben analizar sus propias debilidades. Si las limitaciones de uno fueran de tal calibre que hasta el apoyo resultara baldío, entonces tal asistente siempre podría rezar por el afectado, como complemento de la propia terapia. Presuponiendo que se busque ayuda, pues ya se sabe la importante pregunta hecha por Jesús "¿quieres curarte?" Cf. nuestra página "...Curación".)
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Adviértase en primer lugar que el hombre —así lo confirman incluso las más recientes investigaciones económicas*)— no es aquella criatura puramente egoísta que la teoría económica liberal había presupuesto hasta ahora. Sólo una minoría se conduce según los propios intereses. Para la mayoría, otros valores, como la voluntaria y recíproca colaboración, juega un papel al menos igualmente importante y, a menudo, decisivo. Este „altruismo recíproco", como el egoísmo, tampoco conduce automáticamente, sin embargo, al bien común, ya que puede también actuar favoreciendo la formación de camarillas. Sólo las decisiones éticas conscientes, consecuentes, pueden coadyuvar a ello.
Aplícanse aquí puntos de vista psicológicos y religioso-éticos. El hombre es, a partes iguales, una criatura individual y social. Así pues, con la debida disponibilidad, puede entrenarse tanto la sana autoestima—no desmesurada— como la actitud solidaria con los demás. Allá donde aparece sólo el lado egoísta, o bien no se ha desarrollado con energía el lado altruista o, tal vez, ha quedado atrofiado a causa del „adoctrinamiento" de la sociedad occidental. Las sociedades socialistas subrayaron unilateralmente la solidaridad, dejando en multitud de ocasiones que, por el contrario, el lado individualista y necesitado de libertad del hombre se atrofiase, olvidándose de aquello para lo que el hombre ha sido hecho. Allí donde los hombres no hallan justas condiciones, tarde o temprano, aparece la crítica, etc. Una de dos, o se reconoce a tiempo, o, tarde o temprano, todo se tuerce. Esto vale también para la actual forma económica dominante, caracterizada por las grandes empresas de ámbito global. Jesús recomendaba aclarar primero los problemas de la propia casa de uno (Mt. 7).
Bien es verdad que los valores del sermón de la
montaña (Mt. 5-7) **, etc., no han de traducirse sin más en normas de
conducta social. Sin embargo, sería una esquizofrenia contraria a Jesús
guiarse en la vida privada por el mandamiento del amor al prójimo y aplicar, en
la dimensión laboral o en la social, justo los principios contrarios. Una
ética digna de tal nombre *** debe acreditarse en todos los planos y, en
definitiva, ser válida para todo el mundo. P. ej., el valor de la misericordia
y que Jesús, en la práctica, se dirija a los pobres, tiene, sin lugar a dudas,
una significación social, más allá incluso de los conocidos servicios
sociales de las iglesias, también en lo que afecta al trato humano dentro
de las empresas. También Mt. 22, 17 tiene
un muy práctico significado, pues Jesús, a la par que la misericordia,
también confirma ahí el „diezmo" entregado, es decir, a la par que el
impuesto romano, el vigente donativo del 10% para fines religiosos o de bien
público. El encontrarse presto a ayudar en el sentido en
que hablaba Jesús se basa, en todo caso, en las decisiones voluntarias; no es
posible considerar inmediatamente a este respecto una concepción de
repartición obligatoria o forzada. Siguen siendo válidos los mandamientos 9 y
10 "No debes codiciar ... lo que posee tu prójimo". También en los
esfuerzos de mejorar la situación social de muchos están de la mano de Dios
los destinos de todos y cada uno.
La parábola en Mt. 25,14-30 / Lc. 19 tiene conocidos motivos materiales.
La comparación (en Lucas, la ética actitud de un publicano; en Mateo, p. ej.,
la previa parábola sobre la fuerza de la fe de las doncellas) muestra, sin
embargo, que con ello se ha de considerar algo más que el acrecentamiento de
los bienes o finanzas materiales. Esto se expresa más claramente, p. ej., en Lc.
12,33 y Mt. 6,24, en donde los valores espirituales se colocan por encima de
los terrenales. A pesar de todo, el uso responsable dado a los bienes confiados
se aplica de lleno también a lo material. Incluso allí donde, p. ej., se
aconseja ayudar a los pobres y a los desfavorecidos, se da un valor a esta ayuda
material o financiera/ dinero, en lugar de despreciar lo material, en general,
como carente de valor. Depende, pues, p. ej., de para qué se use el bien o el
dinero dado.
P. ej., mentir, engañar, actuar como matón y emprender proyectos cuya
inocuidad para otras personas (no los criminales) y otras criaturas no está lo
suficientemente demostrada va en contra de una relación responsable con los
demás, tal y como la que Jesús demostrara a cada paso. Jesús tampoco enseñó
que debía ponerse en primer lugar siempre las llamadas „imposiciones
fácticas".
Se conoce la prohibición que el
islam dicta sobre el cobro de intereses. Pero judíos y cristianos podrían
encontrar en la Biblia consejos similares (hay prohibiciones en el Antiguo
Testamento mismo):
Ezequiel, 18:8 y 9: "Aquel que no practica la usura, quien no cobra
interés (otra traducción: excesivo), aquel que aparta su mano del mal y juzga
rectamente entre la gente; aquel que obra según mis preceptos y guarda mis
mandamientos, ateniéndose firmemente a ellos: ése es un hombre devoto que
merece la vida, así habla el Señor."
V. también Esdras, 7:24 (exenciones de pago de intereses, aranceles e
impuestos para ciertos oficios);
Proverbios, 28:8 ha recibido más de una vez la cómoda interpretación
de que es a fin de cuentas indiferente tratar con dinero obtenido mediante
intereses porque de cualquier modo el dinero revierte en beneficio de los pobres
a través de los ricos. Los múltiples casos en que hoy el dinero se usa justo
en contra de los intereses de los pobres o del bien de la comunidad no respetan
sin embargo los presupuestos del versículo. Así pues, para respetar el orden
valorativo de este versículo lo realmente importante es en qué se emplea el
dinero.
Respecto al cobro de intereses, véase también en el Nuevo Testamento Mt.,
23:23 y Mt., 17:24.
Para esta formulación interesa mayormente lo que aún sigue pareciendo digno de
reflexión, si se abandona el ámbito referencial en el que surge el Antiguo
Testamento. Por ello no se abordará aquí con más detalle el Deuteronomio,
23,20.
La Biblia se mantiene en la posición de no contraerse deudas innecesariamente (Proverbios 22, 7) y de hacer planes con previsión (Proverbios 21, 5) así como de seguir aprendiendo constantemente con sabiduría y razón (por ejemplo, Proverbios 4, 5-8). Se amonesta a ahorrar; ya, por ejemplo, el mencionado "diezmo" debería dejarse a parte cada año a fin de poder viajar con motivo de las fiestas religiosas y tener dispuestas las ofrendas para ellas (Deuteronomio 14, 22-27). Pablo exhorta a los cristianos a dejar algo en reserva a fin de poder disponer de ello por si hiciera falta para los hermanos cristianos que se vieran en necesidad (I Corintios 16, 1,2) y su postura es a favor de un uso moderado de los bienes terrenales (I Timoteo 6, 8). Jesús parte de la base de que hay que calcular si hay suficiente dinero antes de iniciar, por ejemplo, una obra (Lucas 14, 28). Una economía sostenible sería también en la actualidad sumamente necesaria en tanto terapia y prevención: el endeudamiento tanto privado como público es la causa de inestabilidad económica mundial.
El sitio web Los caminos de Cristo no persigue ningún fin político, por este motivo se exponen aquí tan sólo algunos aspectos generales.
*) P. ej., Ernst Fehr, Director del Instituto para la
Investigación Económica Empírica de la Universidad de Zurich, según
entrevista en "Spektrum der Wissenschaft", marzo 2002, "Altruismo
recíproco...".
**) En una perspectiva más espiritual, estos valores se aclaran en el Capítulo
sobre el Sermón de la montaña, en la parte 1 de
Caminosdecristo.net.
***) Véase también nuestro capitulo "Fundamentos de
la ética".
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Mt. 22, 21; Mc. 12,13-17; Lc. 20,20-26: "Dad al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios" es una actitud realista en lo que respecta al pago de impuestos a la autoridad romana. Se muestra también con ello una clara distinción entre lo civil y lo religioso. Por contra, no quiere indicarse aquí ninguna sumisión esencial ante la autoridad pública; Hechos de los Apóstoles 5, 29: "...Hay que obedecer a Dios antes que a los hombres". En consecuencia, Jesús tampoco justifica automáticamente toda renuncia con „imposiciones fácticas".
Por un lado, la escala general de valores del
sermón de la montaña (Mt. 5-7) etc. no ha de traducirse inmediatamente
en normas de comportamiento social. Sin embargo, iría con seguridad en contra
de Jesús guiarse en la vida privada por el mandamiento del amor al prójimo y
aplicar, p. ej., en lo social o en la actividad política, principios
contrarios. Una ética digna de tal nombre **) debe acreditarse en todos los
planos y, en definitiva, ser válida para todo el mundo.
Imponerse a los competidores con métodos innobles iría, p. ej., en contra de
la fidelidad y responsabilidad que Jesús demuestra; traicionar la confianza; y,
por encima de los afectados, emprender proyectos cuya inocuidad para otras
personas (no los criminales) y otras criaturas no está lo suficientemente
demostrada. Así pues la dedicación cristiana puede
promover también un modo de pensar independiente que vaya más allá de modelos
ideológicos de "izquierdas y derechas".
Está claro que los versículos de Mateo 7, 3-5 "...saca primero la viga de tu ojo, y entonces verás claro para sacar la paja del ojo de tu hermano" no vienen a ser unas instrucciones para limitar al individuo completamente a su estado subjetivo con sus propias debilidades, de lo cual, precisamente, dan la impresión algunos círculos cristianos. Antes bien debe convertirse en un modo de vivir empezar por uno mismo y luego, cuando sea pertinente, poder amonestar o criticar a otro de un modo más libre, es decir, sin reprocharle los problemas de uno mismo. Esto, a su vez, puede referirse al entorno personal como a los políticos.
En Jeremías 29, 7 se halla un consejo
profético: "Procurad lo mejor para la ciudad adonde os he desterrado y
rogad por ella al Señor; porque su bien será también el vuestro". Esto
aconseja decidirse en favor del bien colectivo en el sentido más amplio. A
los cristianos también se les recomienda encarecidamente en Mt. 5,13,
Mt.13,33, etc. el interesarse por la sociedad y ser la „sal de la
tierra".
Sin embargo, para los cristianos puede haber también situaciones en las que
deban distanciarse de las turbulencias sociales: Apocalipsis de Juan 18,4:
"Y escuché otra voz del cielo que decía: sal de ella (la ciudad de
‚Babilonia‘), pueblo mío, no te hagas cómplice de sus pecados y así no
recibirás sus castigos "
*) La página web caminosdecristo.net no persigue ningún fin
político. Aquí sólo se anima, de forma general, a pensar sobre este tema.
**) Véase, además, nuestra capitulo "Fundamentos de
la ética"
Véase también nuestra capitulo: "Puntos de vista
cristianos sobre economía y cuestiones sociales ".
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El filósofo Prof. Dr. Jürgen Habermas***), tenido hasta ahora por no religioso, reconocía la importancia de las doctrinas religiosas también como raíz de los valores y de la cohesión social de una sociedad laica. Que el hombre esté hecho a imagen de Dios, creado con la facultad y el derecho a la libertad —dice—, puede también, decirle algo al „religiosamente lego", tal y como él a sí mismo se considera. Según él, el mundo depende de la reconciliación y el perdón, es decir, de valores que proceden de la religión. Se refiere a aquel „sufrimiento de los injustamente maltratados, humillados y asesinados, sufrimiento que excede toda posible reparación en términos humanos". "La perdida esperanza en una resurrección deja tras de sí un notorio vacío" (en la sociedad laica).
Entre los cristianos cultos encuentra Habermas
importantes deferencias que, recíprocamente, también los pensadores laicos
deberían tener para con estos cristianos:
- La conciencia religiosa debería abordar los conocidos motivos de „disonancia"
con otras confesiones y religiones.
Observación: en cualquier caso, en occidente existe un cierto civismo en estas
relaciones, aunque sea sin duda limitado. En nuestro texto principal pueden
hallarse aquí y allá algunos puntos de vista que podrían ser esenciales para
un diálogo ecuménico o interreligioso; también en algunas páginas
adicionales, p. ej., lo referente a las iglesias y a la Ética.
– Deberían tenerse más en cuenta las „autoridades" científicas.
Observación: de esta página web se desprende que la mainstream (mayoría)
científica, a menudo, no está a la altura de los últimos posibles avances,
muchas veces relevantes, o no quieren reconocerlos, ya por razones económicas o
de otro tipo. Esta forma de autoridad, por tanto, resulta, en muchos asuntos,
cuestionable. Asimismo, en el ámbito científico, se echa de menos la
disponibilidad interdisciplinar y el necesario pluralismo. Esto también puede
decirse de cuestiones esenciales que afectan a nuestra concepción del ser
humano, p. ej., en la tecnología genética (cuya problemática Habermas
también menciona); pero también en el resto de las ciencias naturales.
Siguiendo los pasos de los Evangelios, se aborda este problema en diversos
lugares de nuestro texto principal. Es, sin embargo, cierto que es preciso un
diálogo entre la religión y las ciencias. Pero, podemos decir, por nuestra
experiencia, que se han de incluir también las últimas corrientes en las
ciencias naturales **), es decir, los de la „investigación marginal o de
frontera", etc.. Además de ello, del lado de la religión, se han de tener
en cuenta también los conocimientos procedentes de la elaboración consciente
de profundas experiencias religiosas, y no sólo las construcciones conceptuales
teológicas. Sólo así puede evitarse un diálogo de sordos. Hasta la fecha,
todo diálogo mantenido sobre la base de desfasados paradigmas (presupuestos
básicos, concepciones del mundo) o de miopes concepciones del cristianismo no
han llegado a nada. También las ciencias espirituales podrían beneficiarse de
un proceso de este estilo, en la medida en que el ser humano sea de nuevo ser
humano, y el alma alma, en lugar de hacer de ésta una mera función química
del cerebro.
– La conciencia religiosa debe ajustarse a las „premisas de un estado
constitucional...". Remite el autor a la destructividad que puede
ocasionarse en el ámbito religioso de no adoptar esta medida. Observación:
esta adaptación de los cristianos actuales a los valores liberales es también
un paso en la dirección de los orígenes, de los momentos previos a la amalgama
del cristianismo con instrumentos de opresión del estado desde el año 325 d.
C..
Así, al tiempo que los círculos cristianos o religiosos, en su relación con las instituciones profanas, han solido adaptarse a su lenguaje, según Habermas, los círculos de pensamiento y lenguaje profano deben ajustarse, en el diálogo con los creyentes, cristianos o no, a su propio pensamiento, en lugar de „pretender, como un día se buscó", sencillamente „eliminarlos". En aquellas cuestiones esenciales para los creyentes, las mayorías laicas no deberían tratar de imponer acuerdos por mayoría sin haber comprobado en serio qué pueden aprender de lo que la otra parte reclama. Observación: así pues, de hecho, los científicos, políticos, etc. en diálogo con los cristianos, deben abrirse a „aquello" que también resuena en conceptos como „preservar la creación", „criatura", incluso „ser humano", etc., frente a conceptos como cosmos, biosfera, ecología, organismo, Homo sapiens... .
Habermas apuesta por una „tercera instancia" que medie entre religión y ciencia: por un „common sense democráticamente ilustrado" (el sano entendimiento o la razón humana); y ello en una „sociedad post-secular" que se decide por la perpetuación de los grupos religiosos. Observación: en Alemania, p. ej., esto se da muy poco, o sólo en la medida en que, al menos, las grandes iglesias deben tenerse en cuenta, más o menos, en ciertas discusiones. En los EE UU, p. ej., aunque la actividad religiosa del individuo goza de gran estimación, los valores religiosos con frecuencia se trasladan a la sociedad laica de una forma en que resultan apenas reconocibles.
*) FAZ/ SZ 15.10.2001 o el
texto en internet alemán.***) Anotación: Habermas y otras escuelas filosóficas:
Jürgen Habermas perteneció
junto a Theodor W. Adorno y Herbert Marcuse a la "Escuela de
Frankfurt" cuya "teoría crítica" influyó considerablemente en
el movimiento estudiantil de 1968 y que por aquel entonces incluía variaciones
de presupuestos neomarxistas, ilustracionistas y estéticos.
La teoría y praxis del movimiento del 68 han sido especialmente criticadas,
desde un enfoque conservador filosófico y teológico, por Günter Rohrmoser
desde 1969. Éste veía aquella 'utopía' como un sucedáneo de la religión (y,
por ende, como competidora de la 'doctrina de la salvación/escatología'
eclesial), e intentó frente a ella salvar, p. ej., la antigua doctrina de
Agustín, de los "dos reinos (obra de la voluntad divina)" –religión
y estado–.
Tanto a los representantes de la Escuela de Frankfurt como a sus rivales
cristiano-conservadores y econoliberales se les dio y, en parte, se les da aún
hoy tan bien recoger de forma sesgada todos los argumentos, que parecen hablar
contra los respectivos rivales, o mejor, que se permiten describir falazmente a
la "contraparte" como si de un bloque uniforme se tratara. Así, unos
han perdido la ocasión de buscar de forma diferenciada aquello digno de
conservar en el orden tradicional de los valores; y los otros no han sabido
atender de forma diferenciada a aquello que, en los nuevos movimientos sociales,
más allá de las distorsiones ideológicas, constituía el motivo legítimo y
"emancipador". Sin embargo, muchos en Alemania y en otros lugares han
hecho notables progresos desde entonces en esta discusión, porque muchos no
estaban ya dispuestos a dejarse atrapar en los viejos "frentes" de
1968. En la investigación, con todo, aún no se ha comprendido suficientemente
este progreso; siguen apareciendo libros en los que se hace responsable al rival
de cuanto de malo hay en el mundo mientras que la actitud de los propios amigos
resulta intachable.
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Puntos de vista generales cristianos sobre cuestiones ecológicas *)
.Génesis 1:26-28 "Entonces dijo Dios: hagamos a los seres humanos según nuestra imagen, semejantes a nosotros**). Deben regir sobre... toda la tierra... " no quiere decir –tal y como se ha aplicado en la práctica- que el hombre pueda comportarse irresponsablemente con el medio ambiente. Antes bien, se trata aquí de la visión originaria de una humanidad, en tanto que cima creada en último momento de la creación con propiedades divinas. De ahí que se trate de la autoridad natural del ser humano, el cual podía „poner nombre" al resto de las criaturas y tratarlas de una manera harto responsable. El Génesis 2:15 describe así esta responsabilidad: "Dios, el Señor, tomó al ser humano y lo puso en jardín del Edén, para que lo cultivara y lo cuidara / guardara". Este "cultivar" se refiere a una creación viva que sigue desarrollándose. Más tarde el hombre (cf. la historia del paraíso) se precipita desde esta unidad con Dios y su creación y se hace egoísta. Perdido sin remedio el fundamento, el ser humano debe reelaborar de nuevo todos los fundamentos espirituales, en lugar de reclamar su omnipotencia paradisíaca.
También en el Nuevo Testamento se concede gran
importancia a la creación: En Romanos 1:20 se dice que "la esencia
invisible de Dios, su eterno poder y divinidad desde la creación del mundo, se
manifiesta en las obras de la creación". Romanos 8:19 "Pues la
ansiosa espera de la creación aguarda a la revelación del Hijo de Dios"
(otra traducción, "al ser humano redimido", es decir, al ser humano
ya perfecto.) Romanos 8:22 Pues sabemos que la entera creación gime
hasta ahora toda ella y se halla en los dolores del parto. Marcos 16:15 Y
les habló: Id por todo el mundo y predicad el Evangelio a toda la creación.
(v. además, Colosenses 1:23).
Ahora viene en auxilio Jesucristo. Si bien tampoco él exime al hombre de su
responsabilidad hacia sus prójimos y hacia las demás criaturas, nos asiste
diciendo que los seres humanos deben "debe ser perfectos como el Padre en
el cielo" (Mateo 5:48), es decir, al modo en que se pensó
originariamente, a fin de que puedan atender a su responsabilidad.**** Sólo
entonces volverá la creación a ser una. Sólo pone como requisito que éstos
asuman también esta ayuda. Que el hombre camine sin Dios es calificado incluso
de „imperdonable" en Romanos 1:20.
Aunque en el Apocalipsis de Juan (sobre su
carácter, véase la parte 2 de nuestro texto principal) se anuncian,
entre otras cosas, acontecimientos catastróficos que pueden afectar a la
humanidad, es decir, a partes de ella, y al resto de la naturaleza, estos
fenómenos concomitantes nunca aparecen, en un tiempo de rectificación divina,
como positivos, es decir, como el auténtico propósito divino; y nunca en el
Apocalipsis se disculpa a los seres humanos que, por su cuenta, contribuyen a la
extinción de las especies o a otras catástrofes, ni de ningún modo se les
anima a contribuir a ellas.***) Antes bien, esta imprudente civilización es
vista de forma extremadamente crítica en el Apocalipsis.
El Apocalipsis no altera la positiva visión del resto del Nuevo Testamento, p.
ej., del sermón de la montaña (Mt. 5 "Los mansos poseerán la
tierra ...").
Acerca del "creacionismo", especialmente extendido en las regiones de habla inglesa: nuestro sitio no representa ningún tipo de "-ismo". La creación del mundo y del ser humano hacen suponer realmente la sabiduría divina en lugar del principio de la mera casualidad. Véase también nuestra páginas sobre "Ciencia natural y fe en Dios". Son también admisibles las dudas respecto de algunas indicaciones cronológicas no seguras de tipo arqueológico o relativo a la historia de la tierra, sin embargo, aquellos que a toda costa entienden los "7 días de la creación" según se expone en el Génesis, es decir, como 7 días según el sentido actual de 24 horas, deberían reconocer esto como una interpretación: con ello la fe no debería conservarse ni perderse. El día actual presupone la tierra actual ya existente o creada y ello, a saber, junto con su giro, todo lo cual no existía al principio. Ya en la Biblia misma se afirma que "para Dios son mil días como uno solo". Los 7 días bien pudieran significar algo real si bien ello ha de comprenderse como "espacios cronológicos", "ciclos de la creación" de una duración que no se ha precisado. Considerar que los más amplios procesos de la creación precisamente como los más breves llegará a ser algo tan poco insostenible como las muchas ideas arqueológicas habidas hasta ahora y ello, a saber, en vista de los nuevos descubrimientos. En la Biblia se ha expuesto con suficiente claridad que Dios pudo revelarse antes de Moisés a personas como a Henoch y a Noé. Nuestro actual relato de la creación pudiera proceder de uno antiguo oralmente transmitido que posteriormente se fijara por medio de la escritura y del que otras culturas conservan aún partes. El mundo de la investigación conoce, por ejemplo, las notorias similitudes con la narración sumeria de Gilgamesch. Esto no significa que el Génesis se haya copiado de él, sin embargo nos recuerda que Abrahán procedía de Mesopotamia.
*) Este sitio web no interviene en política. De ahí que aquí sólo se discutan normas generales y no instrucciones de comportamiento sobre cuestiones políticas particulares del presente. Temas que fueron tratados por los cristianos de diversas doctrinas en relación a la preservación de la Creación son, por ejemplo, la vida de los no nacidos, el mal uso de los genes y la energía nuclear.
**) Esto puede comprenderse como una forma especial de un punto de vista panenteísta ("Dios también puede encontrarse en su Creación"), lo cual no ha de confundirse con el panteísmo ("Dios es todo"). La relación más directa de Dios con su Creación se lleva aquí a cabo, en todo caso, con ayuda del ser humano (compárese también con Juan 14, 21, 14, 23, 15). E incluso esto se manifiesta prácticamente en la medida en la cual el ser humano es de ello mismo consciente y se emparienta más a más con Cristo. También alegrarse de la Creación puede llevar a Dios, pero en el caso de semejante mística de la Creación son posibles, por el contrario, considerables confusiones en las que Dios tan sólo sería un modo de denominar las cuestiones materiales y los deseos de uno mismo.
***) en los EE. UU., p. ej., esto no lo tiene claro todo el mundo.
****) Las posibilidades trazadas del desarrollo de la conciencia se tratan partiendo de los pasos de la vida de Jesús en nuestro texto principal, parte 1. Actualmente el ser humano, al contrario en otras épocas en que ocurría de un modo más instintivo, puede aprender conscientemente, por ejemplo, las relaciones con su entorno o medio ambiente así como reconocer más intensamente la tierra. A este respecto puede acceder también a un "pensamiento interconectado" (un concepto empleado – aunque en otro contexto -por Frederic Vester) o a un "pensamiento multifactorial", un concepto empleado por Dörner en el estudio de complejos contextos ecológicos en lugar de los antiguos conceptos inservibles para ello, de pensamiento "lineal" o "monocausal" ["linearen", "monokausalen Denkens"]: "1 causa→ 1 efecto". Véase también nuestra página "Conciencia, investigación del cerebro y libre voluntad"; así como las páginas "Bases de los valores éticos", "Aspectos cristianos para la economía y cuestiones sociales", "Aspectos cristianos generales para la sociedad y la política", "Cristianismo y filosofía..."
Vea también nuestra página "Fundamentos de los valores éticos".
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El comienzo de la vida humana.
Cuestión bien distinta es, sin embargo, el tratamiento práctico de tales
consideraciones.
El mandamiento "No matarás" –Éxodo, 20- se entendía en
tiempos del Antiguo Testamento en el sentido de "No asesinarás";
así, luego cambiaron las interpretaciones de lo que es asesinato y lo que es
homicidio. En sentido amplio, la escala de aplicación del mandamiento se
refiere a toda vida humana y, para los vegetarianos, más allá de este ámbito,
también al reino animal. La moderna propuesta de un "ethos mundial"
** interreligioso contiene como directriz "una cultura de profundo respeto
hacia toda vida".
En cualquier caso, hay que prestar la debida consideración
Las cuestiones legales *.
Jesucristo propuso a los hombres una decisión consciente en su
comportamiento ético y moral, en lugar de apoyarse ante todo en la presión de
una norma o uso legal exterior, tal y como ocurriera en los tiempos
altotestamentarios. Sin embargo, las normas legales pueden dar sustento a
las cuestiones éticas, tal y como se ha intentado en casi todos los ámbitos de
la vida.
Las reglamentaciones penales (como la del §218 alemana), ya sean severas
o liberales, parecen tener, en una estimación internacional, sólo un efecto
limitado sobre el número de abortos. Por consiguiente, se precisan, tal y como
ya se ha dicho, otros esfuerzos para alcanzar una solución.
La conexión con la técnica genética y la medicina reproductiva.
Incluso en las investigaciones científicas y en las fecundaciones artificiales
hay, en el ámbito internacional, un "consumo de embriones" que, p.
ej., la ley alemana de protección de embriones intenta limitar. En estos
momentos, el diagnóstico preimplantatorio (PID) ofrece una nueva tentativa para
generar causas adicionales de aborto.
Consecuencias sobre otros ámbitos.
Cuando se trata de la protección de la vida, se debería tratar también de
todos los peligros a los que están expuestos los ya nacidos
*) "Caminos de Cristo" no es un sitio web político.
Aquí no escribe contra nadie ni se plantea ninguna iniciativa política; tan
sólo se informa sólo sobre cuestiones generales.
**) Véase, p. ej., nuestro capitulo adicional
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A la parte 1: Los pasos de los Evangelios. / A la parte 2: Los pasos del Apocalipsis.
A la parte 4: Antiguo Testamento, y cooperaciones para el diálogo con otras religiones.
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